Cae la noche en la mágica ciudad de Edimburgo, una de las más queridas del Reino Unido… Recorro sus callejones adoquinados pedaleando una antigua bici en busca de la taberna perfecta para saborear un auténtico Balblair 1989. Termino eligiendo la Toolboth Tavern, uno de los rincones con más tradición de la capital escocesa.
Abro la puerta y doy el primer paso con mis Dunlop FLASH en azul , zapatillas tan míticas como la ciudad. Llega el momento de relajarme y disfrutar del genuino espíritu escocés. Los pullovers de ochos, los jeans desgastados y los paraguas, colgados por doquier, hacen evidente el carácter otoñal de junio en Edimburgo.
De alguna manera, me doy cuenta de que echaré de menos esa forma que tienen las gentes británicas de reírse de sí mismos sin dejar de luchar por sus sueños. Había llegado el momento de volver a casa. Ahora, más inconformista que nunca.