El checo Jaroslav Drobný ha sido el único deportista en la historia en ganar un mundial de hockey sobre hielo y después, como tenista, el torneo de Wimbledon. Drobný es considerado como uno de los mejores y más elegantes tenistas de la historia.
Todo comenzó en una pequeña ciudad de Praga, Stvanice. El padre de Jaroslav Drobný era gerente de unas pistas de tenis que se convertían en pista de hielo cuando llegaba el frío. Jaroslav era tan solo un niño cuando comenzó a jugar al tenis en verano y al hockey sobre hielo en invierno.
Era muy ambicioso, y se esforzaba día a día por ser el mejor deportista en ambas disciplinas. Muchos amigos le aconsejaban decantarse por uno de los dos deportes, pero para Jaroslav el éxito significaba no conformarse. Con tan solo quince años jugó en la selección nacional de hockey sobre hielo y a los 16 disputó su primer partido de tenis en Wimbledon.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Después de competir en Wimbledon, todo parecía indicar que Jaroslav Drobný se decantaría por el tenis; sin embargo, la segunda Guerra Mundial rompió con sus expectativas de continuar como tenista profesional. Durante seis años prácticamente no tocó una raqueta.
Una vez terminada la guerra, el carácter inconformista de Jaroslav lo llevó a competir de nuevo junto a los grandes del Tenis. Pronto fue considerado uno de los tenistas con más renombre de la época. En 1946, disputó la final de French Open en las canchas de Roland Garros (París), siendo al mismo tiempo uno de los mejores jugadores del mundo de hockey sobre hielo.
SU ÉPOCA DORADA LLEGÓ EN LOS AÑOS 50
La cúspide del éxito profesional la alcanzó cuando en 1954 ganó su primer campeonato en Wimbledon con la raqueta Dunlop Maxplay. Jaroslav Drobný, toda una leyenda que pasó a la historia de la élite deportiva.